Tanto la materia como la energía son vibraciones, lo que las diferencia es su frecuencia. La voluntad, o lo que llamamos el alma, es la expresión más elevada de nuestra
viernes, 12 de febrero de 2010
jueves, 11 de febrero de 2010
beneficios del agua del mar.
Esta agua de mar es el caldo de cultivo donde viven, se reproducen y regeneran billones de células de organismos vivos. Este caldo de cultivo es el líquido que llena las peceras que son los cuerpos de personas y de animales, y de cuya pureza, transparencia y limpieza depende nuestra salud.
El agua de mar en forma de plasma marino, cumple la función de recuperar la salud, de conservarla y de preservarla. En nuestras manos está pues mantener limpia el agua de la pecera, respirando, comiendo, bebiendo y pensando sanamente, inspirados por el culto físico y espiritual que le rindamos al mar. Es el acto de conciencia y de responsabilidad que asume un individuo frente al mar lo que constituye un Dispensario Marino.
Quinton y Pasteur
Para Que comprendiéramos mejor el concepto de pecera, que acabamos de nombrar Quinton nos dejó una imagen:
Los peces viven alegremente en el agua de un acuario o pecera, pero si al cabo de un tiempo esa agua se altera, los peces pierden su actividad y se dirigen hacia la muerte, pero si se renueva a tiempo el agua de la pecera, la fuerza y la vivacidad de los peces reaparecerán inmediatamente.
Lo mismo pasa en nuestro acuario humano, donde nuestras células, nuestros tejidos y nuestros órganos, como si fueran peces están bañados por el agua de mar isotónica; pero si viciamos el acuario por cualquier causa, por envenenamiento químico, por lo que respiramos, comemos, bebemos o pensamos, si esta agua se contamina y no se renueva con el agua de mar, nuestro organismo enfermará llegando incluso a la muerte.
El agua de mar introducida en el organismo humano, desempeña una función útil en todos los casos en que el medio interno esté viciado. El mar es literalmente nuestra sangre. Es algo muy distinto a un medicamento, es una especie de cultivo exactamente adaptado a las necesidades de la célula viva.
Por eso, cuando los organismos humanos, por faltar a las leyes biológicas que nos rigen, perdemos la salud, la información que podemos recibir por ingerir agua de mar (a manera de "recordatorio") contiene toda la sabiduría de la primera célula, toda la información procedente del ADN disperso en el agua del mar, por lo que ese refuerzo de información nos llevará a recuperar el equilibrio, la armonía y la coordinación de la nutrición que el agua de mar controla, siempre que esa ingesta de agua de mar vaya acompañada del cambio de estilo de vida, pues un estilo de vida impropio lleva a la pérdida del equilibrio entre la célula y el ambiente que le rodea, en el medio interno.
Cuando la célula entra en contacto con el agua de mar, al regresar a este contacto con sus orígenes subvierte el sentido del tiempo y del espacio y recupera su máxima actividad, optima para la vida, formando como un puente imaginario, un puente atávico que une a la célula con la matriz líquida primigenia y nuestro medio interno, de la misma manera que las tortuguitas al nacer en la arena de la playa lo primero que hacen es correr a encontrarse con su medio, el agua del mar.
En suma, Quinton defiende aquí lo contrario de Pasteur, el cual nos deja un concepto de la enfermedad y Quinton nos deja un concepto de salud.
¿Qué es un suero de Pasteur? Es un suero artificial particular de una enfermedad y contra esta enfermedad, un suero que ataca a un microbio determinado y a ningún otro más. Una vacuna.
¿Y qué es el agua de mar? Es un suero (plasma marino) que no ataca a ningún microbio en particular, sino que da a la célula orgánica la fuerza para luchar contra todos.
¿Por qué cura el agua del mar?
Porque contiene todo lo básico para la vida, es decir contiene todos los minerales y oligoelementos del Planeta previamente digeridos y transformados en elementos orgánicos, por efecto del plancton y del fitoplancton, quedando biodisponibles y en cantidades infinitesimales que es como nuestras células los necesita, como dijimos antes.
Estos minerales marinos, en forma de plasma marino, tienen una biodisponibilidad excepcional y son utilizados por el metabolismo de una forma completa, equilibrada y asimilable. El impacto terapéutico es por tanto considerable, puesto que la mayoría de las enfermedades mantienen o desarrollan un desequilibrio electrolítico.
El plasma marino es muy eficaz para la recarga mineral. Más que el impacto de tal o cual elemento, se busca el equilibrio en general.
También puede ocurrir, en algunas personas que tomen el agua de mar, que no tengan por que notar nada, porque se encuentran bien de salud, porque salud es no notar que se está malo, pero sin embargo la terapia del plasma marino estará siempre limpiando las células y manteniendo esa salud al potenciar nuestro sistema inmunológico.
El ruso Alexandre Bogomoletz en su libro "Como prolongar la vida nos dice que la renovación periódica y permanente del medio interior lo rejuvenece". Y sienta las bases para el rejuvenecimiento biológico, que no cronológico, si mantenemos la pecera limpia, no contaminándola con lo que pensamos, respiramos, bebemos o comemos. En un medio interno equilibrado y sano no se cultiva la enfermedad, que no es más que la incapacidad del organismo para restablecer nuestro medio homeostático.
En nuestra sociedad del siglo XXI la utilización del Método Marino, es propio de personas que se hacen cargo de su salud, que son menos pacientes (clientes de médicos y Hospitales), pues no necesita un médico quien está sano sino quien está enfermo.
Pasteur antes de morir dijo: "Claude Bernard tenía razón". El agente no es nada. El terreno lo es todo. Esto ocurrió, como sabemos, porque Pasteur decía que la enfermedad era provocada por un microbio o agente extraño al organismo, y Claude Bernard sostenía que era provocada por el mal estado del terreno. Sin embargo Pasteur demostró ser un científico de una gran ética al reconocer humildemente antes de morir, su equivocación, que no por eso dejó de salvar y sigue salvando muchas vidas.
El Principio Vitalista demuestra que no hay enfermedades, sino enfermos.
El agua de mar en forma de plasma marino, cumple la función de recuperar la salud, de conservarla y de preservarla. En nuestras manos está pues mantener limpia el agua de la pecera, respirando, comiendo, bebiendo y pensando sanamente, inspirados por el culto físico y espiritual que le rindamos al mar. Es el acto de conciencia y de responsabilidad que asume un individuo frente al mar lo que constituye un Dispensario Marino.
Quinton y Pasteur
Para Que comprendiéramos mejor el concepto de pecera, que acabamos de nombrar Quinton nos dejó una imagen:
Los peces viven alegremente en el agua de un acuario o pecera, pero si al cabo de un tiempo esa agua se altera, los peces pierden su actividad y se dirigen hacia la muerte, pero si se renueva a tiempo el agua de la pecera, la fuerza y la vivacidad de los peces reaparecerán inmediatamente.
Lo mismo pasa en nuestro acuario humano, donde nuestras células, nuestros tejidos y nuestros órganos, como si fueran peces están bañados por el agua de mar isotónica; pero si viciamos el acuario por cualquier causa, por envenenamiento químico, por lo que respiramos, comemos, bebemos o pensamos, si esta agua se contamina y no se renueva con el agua de mar, nuestro organismo enfermará llegando incluso a la muerte.
El agua de mar introducida en el organismo humano, desempeña una función útil en todos los casos en que el medio interno esté viciado. El mar es literalmente nuestra sangre. Es algo muy distinto a un medicamento, es una especie de cultivo exactamente adaptado a las necesidades de la célula viva.
Por eso, cuando los organismos humanos, por faltar a las leyes biológicas que nos rigen, perdemos la salud, la información que podemos recibir por ingerir agua de mar (a manera de "recordatorio") contiene toda la sabiduría de la primera célula, toda la información procedente del ADN disperso en el agua del mar, por lo que ese refuerzo de información nos llevará a recuperar el equilibrio, la armonía y la coordinación de la nutrición que el agua de mar controla, siempre que esa ingesta de agua de mar vaya acompañada del cambio de estilo de vida, pues un estilo de vida impropio lleva a la pérdida del equilibrio entre la célula y el ambiente que le rodea, en el medio interno.
Cuando la célula entra en contacto con el agua de mar, al regresar a este contacto con sus orígenes subvierte el sentido del tiempo y del espacio y recupera su máxima actividad, optima para la vida, formando como un puente imaginario, un puente atávico que une a la célula con la matriz líquida primigenia y nuestro medio interno, de la misma manera que las tortuguitas al nacer en la arena de la playa lo primero que hacen es correr a encontrarse con su medio, el agua del mar.
En suma, Quinton defiende aquí lo contrario de Pasteur, el cual nos deja un concepto de la enfermedad y Quinton nos deja un concepto de salud.
¿Qué es un suero de Pasteur? Es un suero artificial particular de una enfermedad y contra esta enfermedad, un suero que ataca a un microbio determinado y a ningún otro más. Una vacuna.
¿Y qué es el agua de mar? Es un suero (plasma marino) que no ataca a ningún microbio en particular, sino que da a la célula orgánica la fuerza para luchar contra todos.
¿Por qué cura el agua del mar?
Porque contiene todo lo básico para la vida, es decir contiene todos los minerales y oligoelementos del Planeta previamente digeridos y transformados en elementos orgánicos, por efecto del plancton y del fitoplancton, quedando biodisponibles y en cantidades infinitesimales que es como nuestras células los necesita, como dijimos antes.
Estos minerales marinos, en forma de plasma marino, tienen una biodisponibilidad excepcional y son utilizados por el metabolismo de una forma completa, equilibrada y asimilable. El impacto terapéutico es por tanto considerable, puesto que la mayoría de las enfermedades mantienen o desarrollan un desequilibrio electrolítico.
El plasma marino es muy eficaz para la recarga mineral. Más que el impacto de tal o cual elemento, se busca el equilibrio en general.
También puede ocurrir, en algunas personas que tomen el agua de mar, que no tengan por que notar nada, porque se encuentran bien de salud, porque salud es no notar que se está malo, pero sin embargo la terapia del plasma marino estará siempre limpiando las células y manteniendo esa salud al potenciar nuestro sistema inmunológico.
El ruso Alexandre Bogomoletz en su libro "Como prolongar la vida nos dice que la renovación periódica y permanente del medio interior lo rejuvenece". Y sienta las bases para el rejuvenecimiento biológico, que no cronológico, si mantenemos la pecera limpia, no contaminándola con lo que pensamos, respiramos, bebemos o comemos. En un medio interno equilibrado y sano no se cultiva la enfermedad, que no es más que la incapacidad del organismo para restablecer nuestro medio homeostático.
En nuestra sociedad del siglo XXI la utilización del Método Marino, es propio de personas que se hacen cargo de su salud, que son menos pacientes (clientes de médicos y Hospitales), pues no necesita un médico quien está sano sino quien está enfermo.
Pasteur antes de morir dijo: "Claude Bernard tenía razón". El agente no es nada. El terreno lo es todo. Esto ocurrió, como sabemos, porque Pasteur decía que la enfermedad era provocada por un microbio o agente extraño al organismo, y Claude Bernard sostenía que era provocada por el mal estado del terreno. Sin embargo Pasteur demostró ser un científico de una gran ética al reconocer humildemente antes de morir, su equivocación, que no por eso dejó de salvar y sigue salvando muchas vidas.
El Principio Vitalista demuestra que no hay enfermedades, sino enfermos.
El agua de mar cura.
Poco o casi nada se sabe del agua de mar, aparte de que sirve para bañarnos en verano, hacer competiciones deportivas o pescar, pero nadie dijo nunca que el agua de mar curaba todos los males del hombre hasta que apareció un sabio francés llamado René Quinton, (1.867 - 1.925) Tenemos mucha información sobre las terapias naturales, pero ninguna información sobre la terapia marina. ¿Pero acaso el agua de mar no es un medio natural?, Tanto lo es que de él dimana toda clase de vida vegetal, animal y humana. El Medio Marino es el ecosistema más importante de la tierra, que recibe de él su nombre de Planeta Azul. Sólo por su masa térmica (de calor o temperatura) y el poder calorífico de conducir y propagar el calor del agua constituye el volante de inercia, o sea de poder mover y modificar el estado de reposo del agua del Planeta.
Sin él las noches serían polares, los días un horno y la vida imposible. Es un elemento vital que asegura la conservación de nuestro medio en unos límites tolerables para la vida.
El porqué de la terapia marina ¿Por qué cura el agua de mar?
Para que podamos comprender por qué el agua de mar cura, nos servirá de gran ayuda el recordar algunas conexiones que tiene el agua de mar con nuestro medio interno, es decir con todos los líquidos corporales que están en nuestro organismo, pero no como si estuvieran encerrados en un compartimiento estanco, sino distribuidos por todo el organismo, y que también detallaremos más adelante.
La primera conexión sería cuando la vida apareció en el mar, estando la Tierra totalmente cubierta por las aguas, a una temperatura cercana a los 44º C. y en unas condiciones físicas y químicas favorables para ello, surgió la vida por medio de un ser unicelular, que después pasó al estado pluricelular elaborando un sistema circulatorio constituido simplemente por agua de mar, no de sangre.
Al cabo de cientos de millones de años de evolución, este ser pluricelular, se convirtió en un ser compuesto por 100 billones de células que es de lo que se compone actualmente nuestro organismo, y cada una de estas células en su interior efectúa más de 10.000 reacciones bioquímicas por segundo, algo que escapa a la mayor computadora del mundo, y que nos da una idea del potencial de vida y de auto reparación que poseemos. Una prueba de ello es que todos los días se nos muere un billón de células, que son repuestas al día siguiente, especialmente cuando dormimos.
Es pues, aceptado universalmente que del agua de mar surgió la primera célula. La célula madre que dio origen a todos los seres vivos que hoy habitamos en la Tierra. Esa célula contenía en el ADN de su núcleo la sabiduría que ha ido transmitiendo a sus descendientes por medio de la información que tenía, y que sigue permaneciendo constante en el "sin tiempo" como testimonio del protagonismo de la biología en el origen de la vida. La biología -según el Dr. Vlés (1.997)- no es otra cosa que la ciencia del agua.
En un momento de la evolución, cierta clase de animales marinos se vieron obligados a emigrar a la tierra por desecación de su medio acuático, llevándose consigo en su medio interno su porción de agua de mar, y esta agua se ha ido heredando generación tras generación hasta llegar a nuestros días. Es decir que esa agua de mar también la hemos heredado todos los organismos vivos y permanece en nuestro medio interno.
Por eso es que cada uno de nosotros lleva en sus venas un fluido salado que combina el sodio, el potasio y el calcio, en una proporción casi igual a la del agua de mar, y por eso es, que las lágrimas, las secreciones de la nariz, nuestro sudor, la orina y hasta nuestra propia sangre tienen un sabor salado.
Los minerales del mar, igual a los de nuestro medio interno
De los 111 elementos químicos de la tabla periódica del ruso Mendelyev (1,834) contenidos en el mar hasta ahora descubiertos, más los que quedan por descubrir, y que también están en nuestro medio interno, sólo el sodio y el cloro suman el 84 % de los mismos. El azufre, el magnesio, el potasio y el calcio, agrupados son el 14 % y el resto de elementos que suman el 2% se encuentran en estado infinitesimal, que es como la célula los necesita, tan pequeñas que son de 10 menos a las 18, y aquí es donde raya con lo que se considera la homeopatía.
Otra de las propiedades del agua de mar es que es un disolvente, antibiótico y bactericida.
Así lo confirmó clínicamente el Dr. Georges la Fargué diciendo que el agua de mar es el mayor disolvente natural que tiene nuestro Planeta. Disuelve variedad de sólidos, líquidos y gases. Es antibiótico y bactericida hasta 72 horas después de haberla cogido. Prohíbe la proliferación bacteriana, eliminando las bacterias nocivas, y respetando las bacterias buenas. Algo que no pueden hacer los antibióticos químico farmacéuticos que matan indiscriminadamente a las células malas y también las buenas especialmente a la bacteria que habita en todas nuestras células produciendo la energía del ATP (adenosintrifosfato) que son el 90 % de la energía que necesitamos para la vida, que se llaman mitocondrias, y sin las cuales no es posible la vida.
Por eso los enfermos de cáncer y sida quedan como quedan, los que quedan.
Por si fuera poco el agua de mar es un nutriente: René Quinton fue quien difundió todos los fundamente, propiedades y leyes que explican como el agua de mar es un nutriente, pues entre los elementos esenciales para la constitución de los carbohidratos, las grasas y las proteínas, imprescindibles para la vida de los organismos, se encuentran el hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, magnesio, manganeso, sodio, potasio, calcio, hierro, fósforo, flúor, sílice y yodo.
En cuanto a las vitaminas y minerales, si al organismo le faltan las vitaminas, todos sabemos que los minerales se pueden absorber, pero si le faltan los minerales, las vitaminas no se absorben. De aquí la importancia del plasma marino (agua de mar) que contiene todos los minerales de la tabla periódica de Mendelyev, en la forma de macro y micro nutrimentos infinitesimales (trazas) que permitirán la absorción de las vitaminas imprescindibles en los procesos enzimáticos de la célula. Es decir: la absorción de minerales marinos por la biocenosis del fitoplancton y el zooplancton, restituyéndolos en forma de sales orgánicas, demuestra la biodisponibilidad de estas últimas. René Quinton estaba en lo cierto al titular su obra El agua de mar, medio orgánico.
La biodisponibilidad del agua de mar resuelve gran número de los problemas relacionados con el uso de los elementos traza que aparecen en concentraciones menores de 10 menos a las 18.
Los elementos trazas comercializados en forma de diversas sales gluconato, pidolato, orotato, etc. utilizan una técnica industrial a base de "ligands" (una especie de cemento) para resolver el problema de la asimilación orgánica.
La barrera de la mucosa intestinal se verá sometida a un desequilibrio de los distintos sistemas de las proteínas portadoras.
Con el uso, en nutrición y terapéutica, del agua de mar natural no existen los riesgos antes mencionados. No hay problemas de ligaduras (ligands) para conseguir el paso de la barrera mucosa intestina
Sin él las noches serían polares, los días un horno y la vida imposible. Es un elemento vital que asegura la conservación de nuestro medio en unos límites tolerables para la vida.
El porqué de la terapia marina ¿Por qué cura el agua de mar?
Para que podamos comprender por qué el agua de mar cura, nos servirá de gran ayuda el recordar algunas conexiones que tiene el agua de mar con nuestro medio interno, es decir con todos los líquidos corporales que están en nuestro organismo, pero no como si estuvieran encerrados en un compartimiento estanco, sino distribuidos por todo el organismo, y que también detallaremos más adelante.
La primera conexión sería cuando la vida apareció en el mar, estando la Tierra totalmente cubierta por las aguas, a una temperatura cercana a los 44º C. y en unas condiciones físicas y químicas favorables para ello, surgió la vida por medio de un ser unicelular, que después pasó al estado pluricelular elaborando un sistema circulatorio constituido simplemente por agua de mar, no de sangre.
Al cabo de cientos de millones de años de evolución, este ser pluricelular, se convirtió en un ser compuesto por 100 billones de células que es de lo que se compone actualmente nuestro organismo, y cada una de estas células en su interior efectúa más de 10.000 reacciones bioquímicas por segundo, algo que escapa a la mayor computadora del mundo, y que nos da una idea del potencial de vida y de auto reparación que poseemos. Una prueba de ello es que todos los días se nos muere un billón de células, que son repuestas al día siguiente, especialmente cuando dormimos.
Es pues, aceptado universalmente que del agua de mar surgió la primera célula. La célula madre que dio origen a todos los seres vivos que hoy habitamos en la Tierra. Esa célula contenía en el ADN de su núcleo la sabiduría que ha ido transmitiendo a sus descendientes por medio de la información que tenía, y que sigue permaneciendo constante en el "sin tiempo" como testimonio del protagonismo de la biología en el origen de la vida. La biología -según el Dr. Vlés (1.997)- no es otra cosa que la ciencia del agua.
En un momento de la evolución, cierta clase de animales marinos se vieron obligados a emigrar a la tierra por desecación de su medio acuático, llevándose consigo en su medio interno su porción de agua de mar, y esta agua se ha ido heredando generación tras generación hasta llegar a nuestros días. Es decir que esa agua de mar también la hemos heredado todos los organismos vivos y permanece en nuestro medio interno.
Por eso es que cada uno de nosotros lleva en sus venas un fluido salado que combina el sodio, el potasio y el calcio, en una proporción casi igual a la del agua de mar, y por eso es, que las lágrimas, las secreciones de la nariz, nuestro sudor, la orina y hasta nuestra propia sangre tienen un sabor salado.
Los minerales del mar, igual a los de nuestro medio interno
De los 111 elementos químicos de la tabla periódica del ruso Mendelyev (1,834) contenidos en el mar hasta ahora descubiertos, más los que quedan por descubrir, y que también están en nuestro medio interno, sólo el sodio y el cloro suman el 84 % de los mismos. El azufre, el magnesio, el potasio y el calcio, agrupados son el 14 % y el resto de elementos que suman el 2% se encuentran en estado infinitesimal, que es como la célula los necesita, tan pequeñas que son de 10 menos a las 18, y aquí es donde raya con lo que se considera la homeopatía.
Otra de las propiedades del agua de mar es que es un disolvente, antibiótico y bactericida.
Así lo confirmó clínicamente el Dr. Georges la Fargué diciendo que el agua de mar es el mayor disolvente natural que tiene nuestro Planeta. Disuelve variedad de sólidos, líquidos y gases. Es antibiótico y bactericida hasta 72 horas después de haberla cogido. Prohíbe la proliferación bacteriana, eliminando las bacterias nocivas, y respetando las bacterias buenas. Algo que no pueden hacer los antibióticos químico farmacéuticos que matan indiscriminadamente a las células malas y también las buenas especialmente a la bacteria que habita en todas nuestras células produciendo la energía del ATP (adenosintrifosfato) que son el 90 % de la energía que necesitamos para la vida, que se llaman mitocondrias, y sin las cuales no es posible la vida.
Por eso los enfermos de cáncer y sida quedan como quedan, los que quedan.
Por si fuera poco el agua de mar es un nutriente: René Quinton fue quien difundió todos los fundamente, propiedades y leyes que explican como el agua de mar es un nutriente, pues entre los elementos esenciales para la constitución de los carbohidratos, las grasas y las proteínas, imprescindibles para la vida de los organismos, se encuentran el hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, magnesio, manganeso, sodio, potasio, calcio, hierro, fósforo, flúor, sílice y yodo.
En cuanto a las vitaminas y minerales, si al organismo le faltan las vitaminas, todos sabemos que los minerales se pueden absorber, pero si le faltan los minerales, las vitaminas no se absorben. De aquí la importancia del plasma marino (agua de mar) que contiene todos los minerales de la tabla periódica de Mendelyev, en la forma de macro y micro nutrimentos infinitesimales (trazas) que permitirán la absorción de las vitaminas imprescindibles en los procesos enzimáticos de la célula. Es decir: la absorción de minerales marinos por la biocenosis del fitoplancton y el zooplancton, restituyéndolos en forma de sales orgánicas, demuestra la biodisponibilidad de estas últimas. René Quinton estaba en lo cierto al titular su obra El agua de mar, medio orgánico.
La biodisponibilidad del agua de mar resuelve gran número de los problemas relacionados con el uso de los elementos traza que aparecen en concentraciones menores de 10 menos a las 18.
Los elementos trazas comercializados en forma de diversas sales gluconato, pidolato, orotato, etc. utilizan una técnica industrial a base de "ligands" (una especie de cemento) para resolver el problema de la asimilación orgánica.
La barrera de la mucosa intestinal se verá sometida a un desequilibrio de los distintos sistemas de las proteínas portadoras.
Con el uso, en nutrición y terapéutica, del agua de mar natural no existen los riesgos antes mencionados. No hay problemas de ligaduras (ligands) para conseguir el paso de la barrera mucosa intestina
martes, 9 de febrero de 2010
LA VERDAD DE LA SOJA.
Soja
¿Y nos hayan estado engañando con los supuestos efectos milagrosos de la soja en la lucha contra prácticamente cualquier enfermedad? ¿Es posible que todo sea el efecto de la mayor campaña publicitaria a nivel mundial que se ha realizado hasta la fecha para promocionar un producto?¿Por qué no han salido a la luz los numerosos estudios que demuestran que la soja provoca malnutrición, problemas digestivos, debilitamiento del sistema inmunológico, problemas de tiroides, declive cognitivo, problemas de reprodución e infertilidad, y aumentan el riesgo de cáncer y enfermedades coronarias?
La soja sin fermentar (leche de soja, tofu, proteína de soja...) inhibe la enzima tripsina necesaria para digerir las proteínas, y el ácido fitico que contiene dificulta el metabolismo de los minerales. Aunque sin duda, el problema principal de la soja es su alto contenido en isoflavonas, fitoestrógenos que actúan como hormonas sexuales.
Aunque no consumamos soja directamente, la soja se esconde detrás de la mayoría de los alimentos procesados bajo la denominación de proteína, aceites y grasas vegetales, emulgentes (lecitina-E322), mono y diglicéridos de ácidos grasos (E471). Por otro lado, la mayoría del ganado se alimenta con pienso a base de soja, dado su bajo coste.
La mayoría de la soja que se comercializa, excepto la procedente de cultivos ecológicos, es transgénica
Nuevas investigaciones confirman las razones para evitar el consumo de soja
por Sally Fallon y MarG. Enig, Ph.D.
El concentrado de proteína de soja: no tan saludable como lo pintan.
Los fabricantes de soja han intentado por todos los medios eliminar estos anti nutrientes del producto final, particularmente en el concentrado de proteína de soja, ingrediente primordial de la mayoría de los alimentos que imitan a la carne y a los productos lácteos, incluyendo alimento para bebés y algunas marcas de leche de soja. El concentrado de proteína de soja no es algo que uno pueda elaborar en la cocina. La producción se desarrolla en fábricas donde las habas de soja prensadas se mezclan en un primer momento con una solución alcalina para remover la fibra, luego se precipitan y se separan mediante un lavado ácido, para finalmente neutralizarse en una solución alcalina. El lavado ácido en tanques de aluminio emite grandes cantidades de aluminio que se acumulan en el producto final. La especie de cuajada resultante se seca a altas temperaturas para producir un concentrado en polvo con un alto concentrado en proteínas. Finalmente, se somete a las originales habas de soja a una última indignidad a base de altas temperaturas y a altas presiones para producir, a partir del concentrado de proteínas de soja, proteína vegetal texturizada.
La mayoría del contenido inhibidor de tripsina se puede eliminar con la aplicación de altas temperaturas, pero no todo. El contenido inhibidor de tripsina del concentrado de proteína de soja puede variar mucho. Incluso alimentar ratas con niveles bajos de inhibidores de tripsina resulta en una pérdida de peso comparada con los niveles de control.
Las altas temperaturas tienen desgraciadamente el efecto secundario de desnaturalizar tanto las proteínas de la soja que las vuelve completamente inservibles. Por eso, los animales alimentados con soja necesitan suplementos de lisina (aminoácido) para su crecimiento normal.
Durante el secado se forman nitritos, potentes substancias cancerígenas, así como una toxina llamada lisinoalanina que se forma durante el procesado alcalino. Numerosos aromas artificiales, particularmente MSG, se añaden al concentrado de proteína de soja y a la soja texturizada para enmascarar el fuerte sabor a haba y para emular el sabor a carne.
En experimentos dietéticos se ha comprobado que el uso de concentrado de proteína de soja incrementa en el organismo las necesidades de vitaminas E, K, D y B12, creando también deficiencias de calcio, magnesio, manganeso, molibdeno, cobre, hierro y cinc. El ácido fítico que permanece en los derivados de la soja inhibe de forma importante la absorción de cinc y de hierro. Los animales de laboratorio alimentados con concentrado de proteína de soja desarrollan órganos más grandes, especialmente el páncreas y la glándula tiroides, e incrementan los depósitos de ácidos grasos en el hígado.
Sin embargo, los concentrados de proteína de soja y soja texturizada son ampliamente usados en los colegios, en la bollería industrial, en las bebidas dietéticas (light) y en los establecimientos de fast food. Se han promovido ampliamente en países del tercer mundo, constituyendo la base de la comida entregada en los programas de ayuda.
A pesar de los resultados adversos obtenidos en experimentos con animales, la industria de la soja ha promocionado numerosos estudios designados para demostrar que los productos de proteína de soja son aceptables en las dietas humanas como substituto de las comidas tradicionales.
Un ejemplo lo tenemos en el estudio "Calidad nutricional de los concentrados de proteína de soja: estudios en niños en edad preescolar", patrocinado por la compañía Ralston Purina. En dicho estudio se aisló un grupo de niños centroamericanos que sufrían de desnutrición y se mejoró su salud alimentándolos con productos nativos, incluyendo carne y productos lácteos. Luego, durante un periodo de dos semanas, se sustituyeron dichas comidas tradicionales por una bebida a base de concentrado de proteína de soja y azúcar.
Todo el nitrógeno ingerido y excretado se medía de forma muy estricta: los niños eran pesados cada mañana, y todos los excrementos y vómitos se analizaban. Los investigadores encontraron que los niños retenían nitrógeno y que su crecimiento era adecuado, por lo que el experimento fue declarado un éxito.
Si realmente los niños estaban sanos siguiendo dicha dieta, o permanecerían sanos durante un largo período, es otra cuestión. Los investigadores observaron que los niños vomitaban ocasionalmente, normalmente después de acabar una comida; que aproximadamente la mitad pasaban por periodos de moderada diarrea; que algunos tenían infecciones de las vías respiratorias, mientras que otros sufrían de erupciones y fiebre. Debemos reseñar que los investigadores se atrevieron a utilizar productos de soja para ayudar a que los niños se recuperarán de la malnutrición, viéndose obligados a suplementar la mezcla de soja y azúcar con nutrientes casi ausentes en los productos de soja, especialmente, vitamina A, D y B12, hierro, yodo y cinc.
Soja y Cáncer
Las nuevas normas de la FDA no permiten hacer reclamos publicitarios sobre la prevención del cáncer en los envases de comida, lo que no ha impedido que la industria difunda su literatura promocional.
"Además de proteger el corazón", dice el folleto de una compañía de vitaminas, "la soja ha demostrado tener poderosas propiedades anti cancerígenas. Los japoneses, que comen 30 veces más soja que los norteamericanos, tienen una incidencia menor de cánceres de pecho, útero y próstata".
Es cierto, pero los japoneses, y los asiáticos en general, tienen unos niveles más altos de otros tipos de cáncer, en concreto, cáncer de esófago, estómago, páncreas e hígado. Los asiáticos de todo el mundo presentan también altos niveles de cáncer de tiroides. La lógica que deduce un nexo de unión entre los bajos niveles de cánceres y el consumo de soja requiere también que se atribuya a la misma comida los altos niveles de cánceres de tiroides y del sistema digestivo, especialmente cuando la soja provoca estos tipos de cánceres en ratas de laboratorio.
¿Cuanta soja comen los asiáticos? Una encuesta de 1988 encontró que la cantidad diaria de proteína de soja consumida en Japón era de 8 gramos en los hombres y 7 para las mujeres -menos de dos cucharaditas. El famoso estudio Cornell China, encontró que el consumo de legumbres en China variaba de 0 a 58 gramos al día, con una media aproximada de 12. Si se asume que las dos terceras partes del consumo de legumbres corresponden a la soja, entonces el consumo máximo es cerca de 40 gramos, o menos de dos cucharaditas. Una encuesta de 1930 encontró que las comidas derivadas de la soja sólo suponían un 1,5 por ciento de las calorías de la dieta china, comparado con un 65 por ciento de calorías procedentes del cerdo (los asiáticos tradicionalmente cocinaban con la grasa del cerdo, no con aceites vegetales).
Los tradicionales productos fermentados de soja constituyen un aliño delicioso y natural que aporta importantes factores nutritivos a la dieta asiática. Pero excepto en tiempos de hambre, los asiáticos sólo consumen productos de soja en pequeñas cantidades, como condimentos, y no como substitutos de comidas animales, con una única excepción: los monjes que viven en monasterios y llevan un estilo de vida vegetariano, debido a los efectos de la soja para aquietar la libido.
Fue un meta-análisis de 1994 de Mark Messina, publicado la revista "Cáncer y Nutrición" el que avivó la polémica de las propiedades anti cancerígenas de la soja. Messina apuntó que de 26 estudios con animales, el 65 por ciento encontraron efectos protectores en la soja. Convenientemente pasó por alto incluir al menos un estudio en el que la soja provocaba cáncer de páncreas - el estudio de 1985 de Rackis. En los estudios humanos que citaba, los resultados estaban mezclados. Unos pocos mostraban algunos efectos protectores, pero la mayoría no mostraban ninguna correlación entre el consumo de soja y las tasas de cáncer. Concluyó que "los datos de este estudio no pueden ser usados como base para afirmar que un incremento del consumo de soja reduce los riesgos de padecer cáncer". Sin embargo, en el libro que escribió posteriormente, "La soja y tu salud", Messina afirma justamente eso, recomendando una taza o 230 gramos de productos de soja al día como la cántidad óptima para prevenir el cáncer.
Miles de mujer están consumiendo ahora soja creyendo que las proteje del cáncer de pecho. Sin embargo, en 1996 los investigadores encontraron que las mujeres que consumían concentrado de proteína de soja tenían una elevada incidencia de hiperplasia epitelial, una enfermedad que muchas veces desencadena en cáncer. Un año después, se observó que la ingesta diaria de genisteina estimulaba las células del pecho a entrar en el ciclo de las células - un descubrimiento que condujo a los autores del estudio a concluir que las mujeres no deberían consumir productos de soja para prevenir el cáncer de pecho.
Fitoestrógenos: ¿Panacea o Veneno?
Las especies macho de pájaros tropicales tienen al nacer el mismo plumaje deslustrado de las hembras, pero al alcanzar la madurez entre los 9 y los 24 meses su plumaje adquiere un brillante colorido.
En 1991, Richard y Valerie James, criadores de pájaros en Whangerai, Nueva Zelanda, compraron una nueva clase de alimento de pájaros, derivado de la proteína de soja, con el resultado de que sus pájaros adquirieron color en sus plumas en unos pocos meses. De hecho, un fabricante de comida para pájaros aseguró que ese rápido desarrollo era una ventaja añadida de la comida. Un anuncio de 1992 para el alimento de la marca Roudybush muestra la foto de un loro macho australiano, que normalmente adquiere un bello plumaje rojo entre los 18 y los 24 meses, ya brillantemente coloreado a las 11 semanas de vida.
Desafortunadamente, en años venideros, hubo una reducción en la fertilidad de los pájaros, con maduración precoz, crías atrofiadas, deformes o neonatas y muertes prematuras, especialmente entre las hembras, con el resultado de que la población total en los aviarios se vió gradualmente reducida. Los pájaros presentaban deformidades en el pico y en los huesos, bocio, desórdenes del sistema inmunológico y comportamiento agresivo y patológico. La autopsia reveló que los órganos digestivos estaban en estado de desintegración. La lista de estos problemas se corresponde con muchos de los problemas que tuvieron sus dos hijos, que fueron alimentados con substitutos de leche materna derivados de la soja.
Sorprendidos, horrorizados y enfadados, los Jameses contrataron al toxicólogo Mike Fitzpatrick. PhD, para que investigara más. Al revisar los trabajos del doctor Fitzpatrick descubrieron evidencia de que el consumo de soja se relacionaba con numerosos desórdenes, incluyendo infertilidad, aumento del riesgo de cáncer y leucemia infantil, y, en estudios que databan de los años cincuenta, que la genisteína de la soja causa alteraciones en las funciones endocrinas en animales. El doctor Fitzpatrick también analizó la comida de los pájaros y encontró que contenía altos niveles de fitoestrógenos, especialmente genisteína. Cuando los Jamases dejaron de usar alimento con soja, los pájaros volvieron poco a poco a su comportamiento y hábitos reproductivos normales.
Los Jamases se embarcaron en una cruzada privada para advertir al público y a los oficiales del gobierno sobre las toxinas en la comida de soja, particularmente sobre las isoflavonas, genisteína y diazen. Protein Technology International recibió su material en 1994.
En 1991, investigadores japoneses proclamaron que el consumo de una cantidad tan pequeña como 30 gramos, o 2 cucharadas de soja, por día durante un único mes conduce a un incremento significativo en la hormona TSH. Bocio difuso e hipotiroidismo aparecieron en algunos de los sujetos del estudio, y muchos se quejaron de estreñimiento, fatiga y letargia, incluso cuando su ingesta de yodo era la adecuada. En 1997, investigadores del Centro Nacional para la Investigación Toxicológica de la FDA hicieron el embarazoso descubrimiento de que las substancias que provocaban el bocio eran las propias isoflavonas.
25 gramos de concentrado de proteína de soja, la cantidad mínima que Protein Technology International declara con efectos para bajar el colesterol, contienen de 50 a 70 gramos de isoflavonas. Sólo 45 mg de isoflavonas en mujeres premenopáusicas conlleva efectos biológicos significativos, incluyendo una reducción en la producción de las hormonas que se necesitan para un adecuado funcionamiento de la tiroides. Estos efectos no desaparecían hasta 3 meses después de interrumpido el consumo de soja.
Cien gramos de proteína de soja -el máximo nivel sugerido para reducir el nivel de colesterol, y la cantidad recomendada Protein Technologies International - puede contener casi 600 mg de isoflavonas, una cantidad innegablemente tóxica. En 1992, el servicio suizo de salud estimó que 100 gramos de proteína de soja era el equivalente en estrógenos a la píldora.
Estudios in vitro sugieren que las isoflavonas inhiben la síntesis del estradiol y de otras hormonas esteroides. Se han observado problemas reproductivos, infertilidad, problemas de tiroides y de hígado debido a la ingesta de isoflavonas en varias especies de animales, incluyendo ratones, guepardos, codornices, cerdos, ratas, esturión y ovejas.
De las isoflavonas de la soja se dice que tienen un efecto beneficioso en los síntomas de la menopausia, incluyendo sofocos, y protegen además de la osteoporosis. Cuantificar las molestias producidas por los sofocos es extremadamente subjetivo, y la mayoría de los estudios demuestran que los sujetos de control experimentan una disminución de las molestias en una proporción igual a los sujetos que ingieren soja. La aseveración de que la soja previene la osteoporosis es extraordinaria, dado que la soja bloquea la absorción de calcio y causa deficiencias de vitamina D. Si los asiáticos tienen de hecho niveles más bajos de osteoporosis que los occidentales es porque su dieta es rica en vitamina D procedente de las gambas, el tocino y los mariscos, así como del abundante calcio contenido en los caldos hechos con huesos. La razón de que los occidentales tengan una tasa tan alta de osteoporosis se debe a que han substituido la mantequilla por el aceite de soja, que constituía una fuente tradicional de vitamina D, y de otros activadores de las grasas solubles, necesarias para la absorción del calcio.
Píldoras de control de la natalidad para los bebés
Eran las isoflavonas del sustituto de leche materna lo que preocupaba más a los Jamases. En 1988 los investigadores reportaron que la cantidad de exposición diaria de los bebés a la isoflavona de soja es de 6 a 11 veces mayor en relación a su peso que la dosis que tiene efectos hormonales en los adultos que consumen productos derivados de la soja. Las concentraciones en plasma de isoflavonas en los bebés alimentados con sustitutos de leche materna de soja era de 13.000 a 22.000 veces mayor que las concentraciones de estradiol en bebés alimentados con leche de vaca.
Aproximadamente el 25 por ciento de los niños que no son amamantados en USA toman sustitutos a base de soja, un porcentaje mucho mayor que en otras partes del mundo. Fitzpatrick estima que un bebé alimentado exclusivamente con este tipo de sustituto de la leche recibe el equivalente en estrógenos (respecto a su peso corporal) de al menos 5 píldoras de control de natalidad al día. Al contrario, casi no se han detectado fitoestrógenos en los sustitutos de leche materna de leche o en la propia leche humana, incluso cuando la madre consume productos de soja.
Los científicos han sabido durante años que los sustitutos de leche maternal basados en la soja pueden causar problemas de tiroides en los niños. Pero, ¿cuáles son los efectos de los productos de soja en el desarrollo hormonal de los niños en ambos sexos?
Los niños experimentan una subida de la testosterona durante los primeros meses de vida, cuando sus niveles de testosterona son comparables a los de los adultos. Durante este periodo, el bebé programa los caracteres masculinos que desarrollará después de la pubertad, no sólo sus órganos sexuales y otros rasgos físicos masculinos, sino sentando también patrones en el cerebro característicos del comportamiento masculino. En los monos, la deficiencia de hormonas masculinas dificulta la percepción espacial (que en los humanos es normalmente más aguda en hombres que en mujeres), la capacidad de aprendizaje y la discriminación visual de las tareas (como se requeriría en la lectura).
No hace falta decir que los futuros patrones de orientación sexual pueden verse también influenciados por una exposición temprana a hormonas. Los bebés del sexo masculino expuestos durante la gestación a diethylstilbestrol (DES), un estrógeno sintético que tiene efectos similares en los animales a los fitoestrógenos de la soja, tienen testículos más pequeños de lo normal al madurar.
Dificultades en el aprendizaje, especialmente en los niños varones, han alcanzado proporciones de epidemia. No se puede ignorar el sustituto de leche materna a base de soja -que comenzó a comercializarse a principios de 1970- como una probable causa de estos lamentables desarrollos.
En cuanto a las niñas, un número alarmante está alcanzando la pubertad mucho más temprano de lo normal, de acuerdo a un recente estudio citado en la revista Pediatría. Los investigadores encontraron que el uno por ciento de todas las niñas muestran ahora signos de pubertad, como desarrollo de los senos o vello púbico antes de los tres años de edad; a los ocho años el 14,7 por ciento de las niñas blancas y casi el cincuenta por ciento de las afroamericanas tienen uno o ambos rasgos sexuales.
Nuevos datos indican que los estrógenos ambientales como PCBs y DDE (un producto derivado del DDT) pueden provocar un desarrollo precoz en las niñas. El 1986 el estudio Puerto Rico Premature Thelarche puso de manifiesto que la asociación más significativa entre la dieta y el desarrollo sexual temprano no era el pollo, como afirmaba la prensa, sino los substitutos de leche materna a base de soja.
Las consecuencias de esta infancia reducida son, sin duda, trágicas. Las niñas con cuerpos maduros deben enfrentarse con sentimientos e impulsos que la mayoría de los niños no están preparados para afrontar. Y una temprana maduración en las niñas normalmente provoca problemas en el sistema reproductivo más tarde en la vida, incluyendo problemas en la menstruación, infertilidad y cáncer de pecho.
Los padres que se han puesto en contacto con los Jamases cuentan otros problemas asociados con niños de ambos sexos a los que se alimentó con sustitutos de leche materna a base de soja, incluyendo un comportamiento emocional muy acusado, asma, problemas del sistema inmune, insuficiencia en la glándula pituitaria, problemas en las tiroides y síndrome del colon irritable -los mismos problemas endocrinos y digestivos que afligieron a los loros de los Jamases.
¿Y nos hayan estado engañando con los supuestos efectos milagrosos de la soja en la lucha contra prácticamente cualquier enfermedad? ¿Es posible que todo sea el efecto de la mayor campaña publicitaria a nivel mundial que se ha realizado hasta la fecha para promocionar un producto?¿Por qué no han salido a la luz los numerosos estudios que demuestran que la soja provoca malnutrición, problemas digestivos, debilitamiento del sistema inmunológico, problemas de tiroides, declive cognitivo, problemas de reprodución e infertilidad, y aumentan el riesgo de cáncer y enfermedades coronarias?
La soja sin fermentar (leche de soja, tofu, proteína de soja...) inhibe la enzima tripsina necesaria para digerir las proteínas, y el ácido fitico que contiene dificulta el metabolismo de los minerales. Aunque sin duda, el problema principal de la soja es su alto contenido en isoflavonas, fitoestrógenos que actúan como hormonas sexuales.
Aunque no consumamos soja directamente, la soja se esconde detrás de la mayoría de los alimentos procesados bajo la denominación de proteína, aceites y grasas vegetales, emulgentes (lecitina-E322), mono y diglicéridos de ácidos grasos (E471). Por otro lado, la mayoría del ganado se alimenta con pienso a base de soja, dado su bajo coste.
La mayoría de la soja que se comercializa, excepto la procedente de cultivos ecológicos, es transgénica
Nuevas investigaciones confirman las razones para evitar el consumo de soja
por Sally Fallon y MarG. Enig, Ph.D.
El concentrado de proteína de soja: no tan saludable como lo pintan.
Los fabricantes de soja han intentado por todos los medios eliminar estos anti nutrientes del producto final, particularmente en el concentrado de proteína de soja, ingrediente primordial de la mayoría de los alimentos que imitan a la carne y a los productos lácteos, incluyendo alimento para bebés y algunas marcas de leche de soja. El concentrado de proteína de soja no es algo que uno pueda elaborar en la cocina. La producción se desarrolla en fábricas donde las habas de soja prensadas se mezclan en un primer momento con una solución alcalina para remover la fibra, luego se precipitan y se separan mediante un lavado ácido, para finalmente neutralizarse en una solución alcalina. El lavado ácido en tanques de aluminio emite grandes cantidades de aluminio que se acumulan en el producto final. La especie de cuajada resultante se seca a altas temperaturas para producir un concentrado en polvo con un alto concentrado en proteínas. Finalmente, se somete a las originales habas de soja a una última indignidad a base de altas temperaturas y a altas presiones para producir, a partir del concentrado de proteínas de soja, proteína vegetal texturizada.
La mayoría del contenido inhibidor de tripsina se puede eliminar con la aplicación de altas temperaturas, pero no todo. El contenido inhibidor de tripsina del concentrado de proteína de soja puede variar mucho. Incluso alimentar ratas con niveles bajos de inhibidores de tripsina resulta en una pérdida de peso comparada con los niveles de control.
Las altas temperaturas tienen desgraciadamente el efecto secundario de desnaturalizar tanto las proteínas de la soja que las vuelve completamente inservibles. Por eso, los animales alimentados con soja necesitan suplementos de lisina (aminoácido) para su crecimiento normal.
Durante el secado se forman nitritos, potentes substancias cancerígenas, así como una toxina llamada lisinoalanina que se forma durante el procesado alcalino. Numerosos aromas artificiales, particularmente MSG, se añaden al concentrado de proteína de soja y a la soja texturizada para enmascarar el fuerte sabor a haba y para emular el sabor a carne.
En experimentos dietéticos se ha comprobado que el uso de concentrado de proteína de soja incrementa en el organismo las necesidades de vitaminas E, K, D y B12, creando también deficiencias de calcio, magnesio, manganeso, molibdeno, cobre, hierro y cinc. El ácido fítico que permanece en los derivados de la soja inhibe de forma importante la absorción de cinc y de hierro. Los animales de laboratorio alimentados con concentrado de proteína de soja desarrollan órganos más grandes, especialmente el páncreas y la glándula tiroides, e incrementan los depósitos de ácidos grasos en el hígado.
Sin embargo, los concentrados de proteína de soja y soja texturizada son ampliamente usados en los colegios, en la bollería industrial, en las bebidas dietéticas (light) y en los establecimientos de fast food. Se han promovido ampliamente en países del tercer mundo, constituyendo la base de la comida entregada en los programas de ayuda.
A pesar de los resultados adversos obtenidos en experimentos con animales, la industria de la soja ha promocionado numerosos estudios designados para demostrar que los productos de proteína de soja son aceptables en las dietas humanas como substituto de las comidas tradicionales.
Un ejemplo lo tenemos en el estudio "Calidad nutricional de los concentrados de proteína de soja: estudios en niños en edad preescolar", patrocinado por la compañía Ralston Purina. En dicho estudio se aisló un grupo de niños centroamericanos que sufrían de desnutrición y se mejoró su salud alimentándolos con productos nativos, incluyendo carne y productos lácteos. Luego, durante un periodo de dos semanas, se sustituyeron dichas comidas tradicionales por una bebida a base de concentrado de proteína de soja y azúcar.
Todo el nitrógeno ingerido y excretado se medía de forma muy estricta: los niños eran pesados cada mañana, y todos los excrementos y vómitos se analizaban. Los investigadores encontraron que los niños retenían nitrógeno y que su crecimiento era adecuado, por lo que el experimento fue declarado un éxito.
Si realmente los niños estaban sanos siguiendo dicha dieta, o permanecerían sanos durante un largo período, es otra cuestión. Los investigadores observaron que los niños vomitaban ocasionalmente, normalmente después de acabar una comida; que aproximadamente la mitad pasaban por periodos de moderada diarrea; que algunos tenían infecciones de las vías respiratorias, mientras que otros sufrían de erupciones y fiebre. Debemos reseñar que los investigadores se atrevieron a utilizar productos de soja para ayudar a que los niños se recuperarán de la malnutrición, viéndose obligados a suplementar la mezcla de soja y azúcar con nutrientes casi ausentes en los productos de soja, especialmente, vitamina A, D y B12, hierro, yodo y cinc.
Soja y Cáncer
Las nuevas normas de la FDA no permiten hacer reclamos publicitarios sobre la prevención del cáncer en los envases de comida, lo que no ha impedido que la industria difunda su literatura promocional.
"Además de proteger el corazón", dice el folleto de una compañía de vitaminas, "la soja ha demostrado tener poderosas propiedades anti cancerígenas. Los japoneses, que comen 30 veces más soja que los norteamericanos, tienen una incidencia menor de cánceres de pecho, útero y próstata".
Es cierto, pero los japoneses, y los asiáticos en general, tienen unos niveles más altos de otros tipos de cáncer, en concreto, cáncer de esófago, estómago, páncreas e hígado. Los asiáticos de todo el mundo presentan también altos niveles de cáncer de tiroides. La lógica que deduce un nexo de unión entre los bajos niveles de cánceres y el consumo de soja requiere también que se atribuya a la misma comida los altos niveles de cánceres de tiroides y del sistema digestivo, especialmente cuando la soja provoca estos tipos de cánceres en ratas de laboratorio.
¿Cuanta soja comen los asiáticos? Una encuesta de 1988 encontró que la cantidad diaria de proteína de soja consumida en Japón era de 8 gramos en los hombres y 7 para las mujeres -menos de dos cucharaditas. El famoso estudio Cornell China, encontró que el consumo de legumbres en China variaba de 0 a 58 gramos al día, con una media aproximada de 12. Si se asume que las dos terceras partes del consumo de legumbres corresponden a la soja, entonces el consumo máximo es cerca de 40 gramos, o menos de dos cucharaditas. Una encuesta de 1930 encontró que las comidas derivadas de la soja sólo suponían un 1,5 por ciento de las calorías de la dieta china, comparado con un 65 por ciento de calorías procedentes del cerdo (los asiáticos tradicionalmente cocinaban con la grasa del cerdo, no con aceites vegetales).
Los tradicionales productos fermentados de soja constituyen un aliño delicioso y natural que aporta importantes factores nutritivos a la dieta asiática. Pero excepto en tiempos de hambre, los asiáticos sólo consumen productos de soja en pequeñas cantidades, como condimentos, y no como substitutos de comidas animales, con una única excepción: los monjes que viven en monasterios y llevan un estilo de vida vegetariano, debido a los efectos de la soja para aquietar la libido.
Fue un meta-análisis de 1994 de Mark Messina, publicado la revista "Cáncer y Nutrición" el que avivó la polémica de las propiedades anti cancerígenas de la soja. Messina apuntó que de 26 estudios con animales, el 65 por ciento encontraron efectos protectores en la soja. Convenientemente pasó por alto incluir al menos un estudio en el que la soja provocaba cáncer de páncreas - el estudio de 1985 de Rackis. En los estudios humanos que citaba, los resultados estaban mezclados. Unos pocos mostraban algunos efectos protectores, pero la mayoría no mostraban ninguna correlación entre el consumo de soja y las tasas de cáncer. Concluyó que "los datos de este estudio no pueden ser usados como base para afirmar que un incremento del consumo de soja reduce los riesgos de padecer cáncer". Sin embargo, en el libro que escribió posteriormente, "La soja y tu salud", Messina afirma justamente eso, recomendando una taza o 230 gramos de productos de soja al día como la cántidad óptima para prevenir el cáncer.
Miles de mujer están consumiendo ahora soja creyendo que las proteje del cáncer de pecho. Sin embargo, en 1996 los investigadores encontraron que las mujeres que consumían concentrado de proteína de soja tenían una elevada incidencia de hiperplasia epitelial, una enfermedad que muchas veces desencadena en cáncer. Un año después, se observó que la ingesta diaria de genisteina estimulaba las células del pecho a entrar en el ciclo de las células - un descubrimiento que condujo a los autores del estudio a concluir que las mujeres no deberían consumir productos de soja para prevenir el cáncer de pecho.
Fitoestrógenos: ¿Panacea o Veneno?
Las especies macho de pájaros tropicales tienen al nacer el mismo plumaje deslustrado de las hembras, pero al alcanzar la madurez entre los 9 y los 24 meses su plumaje adquiere un brillante colorido.
En 1991, Richard y Valerie James, criadores de pájaros en Whangerai, Nueva Zelanda, compraron una nueva clase de alimento de pájaros, derivado de la proteína de soja, con el resultado de que sus pájaros adquirieron color en sus plumas en unos pocos meses. De hecho, un fabricante de comida para pájaros aseguró que ese rápido desarrollo era una ventaja añadida de la comida. Un anuncio de 1992 para el alimento de la marca Roudybush muestra la foto de un loro macho australiano, que normalmente adquiere un bello plumaje rojo entre los 18 y los 24 meses, ya brillantemente coloreado a las 11 semanas de vida.
Desafortunadamente, en años venideros, hubo una reducción en la fertilidad de los pájaros, con maduración precoz, crías atrofiadas, deformes o neonatas y muertes prematuras, especialmente entre las hembras, con el resultado de que la población total en los aviarios se vió gradualmente reducida. Los pájaros presentaban deformidades en el pico y en los huesos, bocio, desórdenes del sistema inmunológico y comportamiento agresivo y patológico. La autopsia reveló que los órganos digestivos estaban en estado de desintegración. La lista de estos problemas se corresponde con muchos de los problemas que tuvieron sus dos hijos, que fueron alimentados con substitutos de leche materna derivados de la soja.
Sorprendidos, horrorizados y enfadados, los Jameses contrataron al toxicólogo Mike Fitzpatrick. PhD, para que investigara más. Al revisar los trabajos del doctor Fitzpatrick descubrieron evidencia de que el consumo de soja se relacionaba con numerosos desórdenes, incluyendo infertilidad, aumento del riesgo de cáncer y leucemia infantil, y, en estudios que databan de los años cincuenta, que la genisteína de la soja causa alteraciones en las funciones endocrinas en animales. El doctor Fitzpatrick también analizó la comida de los pájaros y encontró que contenía altos niveles de fitoestrógenos, especialmente genisteína. Cuando los Jamases dejaron de usar alimento con soja, los pájaros volvieron poco a poco a su comportamiento y hábitos reproductivos normales.
Los Jamases se embarcaron en una cruzada privada para advertir al público y a los oficiales del gobierno sobre las toxinas en la comida de soja, particularmente sobre las isoflavonas, genisteína y diazen. Protein Technology International recibió su material en 1994.
En 1991, investigadores japoneses proclamaron que el consumo de una cantidad tan pequeña como 30 gramos, o 2 cucharadas de soja, por día durante un único mes conduce a un incremento significativo en la hormona TSH. Bocio difuso e hipotiroidismo aparecieron en algunos de los sujetos del estudio, y muchos se quejaron de estreñimiento, fatiga y letargia, incluso cuando su ingesta de yodo era la adecuada. En 1997, investigadores del Centro Nacional para la Investigación Toxicológica de la FDA hicieron el embarazoso descubrimiento de que las substancias que provocaban el bocio eran las propias isoflavonas.
25 gramos de concentrado de proteína de soja, la cantidad mínima que Protein Technology International declara con efectos para bajar el colesterol, contienen de 50 a 70 gramos de isoflavonas. Sólo 45 mg de isoflavonas en mujeres premenopáusicas conlleva efectos biológicos significativos, incluyendo una reducción en la producción de las hormonas que se necesitan para un adecuado funcionamiento de la tiroides. Estos efectos no desaparecían hasta 3 meses después de interrumpido el consumo de soja.
Cien gramos de proteína de soja -el máximo nivel sugerido para reducir el nivel de colesterol, y la cantidad recomendada Protein Technologies International - puede contener casi 600 mg de isoflavonas, una cantidad innegablemente tóxica. En 1992, el servicio suizo de salud estimó que 100 gramos de proteína de soja era el equivalente en estrógenos a la píldora.
Estudios in vitro sugieren que las isoflavonas inhiben la síntesis del estradiol y de otras hormonas esteroides. Se han observado problemas reproductivos, infertilidad, problemas de tiroides y de hígado debido a la ingesta de isoflavonas en varias especies de animales, incluyendo ratones, guepardos, codornices, cerdos, ratas, esturión y ovejas.
De las isoflavonas de la soja se dice que tienen un efecto beneficioso en los síntomas de la menopausia, incluyendo sofocos, y protegen además de la osteoporosis. Cuantificar las molestias producidas por los sofocos es extremadamente subjetivo, y la mayoría de los estudios demuestran que los sujetos de control experimentan una disminución de las molestias en una proporción igual a los sujetos que ingieren soja. La aseveración de que la soja previene la osteoporosis es extraordinaria, dado que la soja bloquea la absorción de calcio y causa deficiencias de vitamina D. Si los asiáticos tienen de hecho niveles más bajos de osteoporosis que los occidentales es porque su dieta es rica en vitamina D procedente de las gambas, el tocino y los mariscos, así como del abundante calcio contenido en los caldos hechos con huesos. La razón de que los occidentales tengan una tasa tan alta de osteoporosis se debe a que han substituido la mantequilla por el aceite de soja, que constituía una fuente tradicional de vitamina D, y de otros activadores de las grasas solubles, necesarias para la absorción del calcio.
Píldoras de control de la natalidad para los bebés
Eran las isoflavonas del sustituto de leche materna lo que preocupaba más a los Jamases. En 1988 los investigadores reportaron que la cantidad de exposición diaria de los bebés a la isoflavona de soja es de 6 a 11 veces mayor en relación a su peso que la dosis que tiene efectos hormonales en los adultos que consumen productos derivados de la soja. Las concentraciones en plasma de isoflavonas en los bebés alimentados con sustitutos de leche materna de soja era de 13.000 a 22.000 veces mayor que las concentraciones de estradiol en bebés alimentados con leche de vaca.
Aproximadamente el 25 por ciento de los niños que no son amamantados en USA toman sustitutos a base de soja, un porcentaje mucho mayor que en otras partes del mundo. Fitzpatrick estima que un bebé alimentado exclusivamente con este tipo de sustituto de la leche recibe el equivalente en estrógenos (respecto a su peso corporal) de al menos 5 píldoras de control de natalidad al día. Al contrario, casi no se han detectado fitoestrógenos en los sustitutos de leche materna de leche o en la propia leche humana, incluso cuando la madre consume productos de soja.
Los científicos han sabido durante años que los sustitutos de leche maternal basados en la soja pueden causar problemas de tiroides en los niños. Pero, ¿cuáles son los efectos de los productos de soja en el desarrollo hormonal de los niños en ambos sexos?
Los niños experimentan una subida de la testosterona durante los primeros meses de vida, cuando sus niveles de testosterona son comparables a los de los adultos. Durante este periodo, el bebé programa los caracteres masculinos que desarrollará después de la pubertad, no sólo sus órganos sexuales y otros rasgos físicos masculinos, sino sentando también patrones en el cerebro característicos del comportamiento masculino. En los monos, la deficiencia de hormonas masculinas dificulta la percepción espacial (que en los humanos es normalmente más aguda en hombres que en mujeres), la capacidad de aprendizaje y la discriminación visual de las tareas (como se requeriría en la lectura).
No hace falta decir que los futuros patrones de orientación sexual pueden verse también influenciados por una exposición temprana a hormonas. Los bebés del sexo masculino expuestos durante la gestación a diethylstilbestrol (DES), un estrógeno sintético que tiene efectos similares en los animales a los fitoestrógenos de la soja, tienen testículos más pequeños de lo normal al madurar.
Dificultades en el aprendizaje, especialmente en los niños varones, han alcanzado proporciones de epidemia. No se puede ignorar el sustituto de leche materna a base de soja -que comenzó a comercializarse a principios de 1970- como una probable causa de estos lamentables desarrollos.
En cuanto a las niñas, un número alarmante está alcanzando la pubertad mucho más temprano de lo normal, de acuerdo a un recente estudio citado en la revista Pediatría. Los investigadores encontraron que el uno por ciento de todas las niñas muestran ahora signos de pubertad, como desarrollo de los senos o vello púbico antes de los tres años de edad; a los ocho años el 14,7 por ciento de las niñas blancas y casi el cincuenta por ciento de las afroamericanas tienen uno o ambos rasgos sexuales.
Nuevos datos indican que los estrógenos ambientales como PCBs y DDE (un producto derivado del DDT) pueden provocar un desarrollo precoz en las niñas. El 1986 el estudio Puerto Rico Premature Thelarche puso de manifiesto que la asociación más significativa entre la dieta y el desarrollo sexual temprano no era el pollo, como afirmaba la prensa, sino los substitutos de leche materna a base de soja.
Las consecuencias de esta infancia reducida son, sin duda, trágicas. Las niñas con cuerpos maduros deben enfrentarse con sentimientos e impulsos que la mayoría de los niños no están preparados para afrontar. Y una temprana maduración en las niñas normalmente provoca problemas en el sistema reproductivo más tarde en la vida, incluyendo problemas en la menstruación, infertilidad y cáncer de pecho.
Los padres que se han puesto en contacto con los Jamases cuentan otros problemas asociados con niños de ambos sexos a los que se alimentó con sustitutos de leche materna a base de soja, incluyendo un comportamiento emocional muy acusado, asma, problemas del sistema inmune, insuficiencia en la glándula pituitaria, problemas en las tiroides y síndrome del colon irritable -los mismos problemas endocrinos y digestivos que afligieron a los loros de los Jamases.
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