
El mundo parece haber entrado en una carrera bélica de la que nadie sabe bien como se saldrá. Miles de años atrás, el calendario de la civilización Maya nos hacía una profecía al respecto, que es importante conocer para que, individualmente, hagamos todo lo posible por cambiar el curso de la historia.
En el último milenio, una gran civilización de científicos, artistas y guerreros, y más de 12 millones de fuertes personas, abandonaron precipitadamente su mundo. Eran los Mayas, gente con una gran visión, cuyas ciudades y templos se encuentran a lo largo de la Península de Yucatan, pero tragados por la tierra. Sus grandes centros cívicos, templos de adoración, casas y asentamientos, se encuentran enterrados junto a grandes obras de arte, cerámicas y arados. Uno de los mayores logros, que coronó su avanzada civilización, es el calendario Maya. Aún hoy este calendario es un rompecabezas para los eruditos modernos, pero puede también servirnos como una advertencia con respecto a la destrucción de nuestra propia civilización.



Muchos antiguos documentos mayas fueron destruidos en los años de la ocupación española. Los españoles estaban fascinados y a la vez horrorizados de todo lo que habían encontraron en este "nuevo mundo". Miraban a la religión Maya, con el sacrificio humano incluido, como algo bárbaro y satánico. Por eso, buscaron destruir todo sin dejar un solo rastro. Así, bibliotecas enteras de importantes y llamativos libros fueron quemadas, y los Mayas que no morían de enfermedad, hambre, o explotación laboral, eran convertido al catolicismo.

En 1880, un brillante erudito alemán leyó el Dresden Codex y desentraño el código del calendario Maya, permitiendo traducir muchas de las antiguas inscripciones que fueron encontradas grabadas en fuertes, casas, y artefactos Mayas. Este antiguo libro Maya fue utilizado por la astronomía moderna, proporcionando detalladas tablas de eclipses lunares y de otros fenómenos.

Como el tiempo Maya era cíclico, los efectos eran pensados para que eventualmente, y potencialmente, se repitiesen. Así, se tienen todos estos variados ciclos de forma conjunta. Ciertos días eran considerados desafortunados, pero otros eran considerados muy buenos. Era como mirar un horóscopo. Para los Mayas, ciertos años eran buenos y ciertos años eran malos. También creyeron encontrar “bloques” de 20 años, llamados katuns, que eran considerados buenos o malos. Cada bloque de tiempo, y su respectiva 'personalidad' para bien o para mal, para bonanza o hambre, se determinaban según el tipo de dientes que se podían observar en los calendarios.
Al mirar el calendario, se puede observar que los Mayas podrían no solo ver en qué día o año estaban, sino también todo lo referente al período de 20 años en el cual se encontraban, y el que debía venir. Así, se podía haber previsto el mismo final de la civilización Maya, ya que en cierta forma se podría ver al derrumbamiento Maya como un simple proceso del paso del tiempo. En otras palabras, ellos previeron que el proceso de destrucción iba a ser un importante problema al que no podrían sobrevivir, y fue también por ello que no esforzaron demasiado en hacerlo.
El derrumbamiento Maya se relacionaba con un cambio de katun y era asociado con los cambios de la tierra por acontecimientos naturales, como el fuego o el agua. Según se comenta, existen evidencias que relacionan la civilización Maya con el mítico continente perdido de la Atlántida, el cual se cree que se destruyó por una serie de catástrofes naturales.
Los Mayas creían que el mundo había sido destruido cuatro veces antes. Primero por el agua, segundo por el viento y tercero por los cambios del fuego y de la tierra. Creyeron que al final de cada etapa había una época de caos, y entonces un período de reconstrucción, al tiempo que una nueva etapa comenzaba. Sin embargo, si creemos en esta lógica Maya, el año 2012, sería la quinta y final etapa del hombre. Es decir que nuestros días estarían contados.

Los expertos, nos sugieren aprender de los Mayas, para que la historia no se repita. Los Mayas vivían en el borde ecológico, ya que explotaban indiscriminadamente su medio ambiente y tenían una enorme base de población. Todo lo que faltaba para que el sistema entero desapareciera, era un desequilibrio repentino, como fue la invasión colonial. Ahora, cualquier guerra que se desate, junto con el tiempo en que vivimos, podría ser una peligrosa combinación que podría conducir a una declinación rápida y al derrumbamiento de la civilización.
Aunque la fecha del año 2012 está grabada fuertemente en la antigua piedra, la mayoría de los eruditos modernos sugieren que los Mayas nos legaron una advertencia y no una profecía. No es demasiado tarde para cambiar el curso de la historia, pero el tiempo está corriendo, y se hace inminente que, individualmente y como humanidad, encontremos el camino de la paz y el amor mutuo.
gracias a enplenitud.com
en el próximo les conteré como uno mismo puede obtener conocimientos de las profecias.De dónde los grandes profestas obtubieron ese conocimiento.
ciao
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