Características
de los berros
El
BERRO COMÚN ( Nasturtium officinale ) es una planta de la familia de las
crucíferas o brasicáceas a a la que pertenecen plantas tan conocidas como la
col, las coliflores, las coles de Bruselas, etc.
La planta silvestre crece de una manera abundante en la mayoría de los riachuelos y corrientes frescos y poco profundos de Europa y Asia de donde es originaria. Es muy abundante en zonas acuáticas que contienen cantidades elevados de residuos orgánicos, donde forman una espesa capa cubriendo la superficie del agua.
La planta silvestre crece de una manera abundante en la mayoría de los riachuelos y corrientes frescos y poco profundos de Europa y Asia de donde es originaria. Es muy abundante en zonas acuáticas que contienen cantidades elevados de residuos orgánicos, donde forman una espesa capa cubriendo la superficie del agua.
De
Europa y Asia se ha ido extendiendo a otros continentes y hoy podemos
encontrarla en América del Norte y América del Sur, así como en el Caribe.
A
partir del siglo XIX se introdujo su cultivo en los huertos y su uso, como
planta cultivada ha ido aumentado poco a poco, hasta encontrarse como una verdura
más en la mayoría de las fruterías o supermercados.
Usos
tradicionales de los berros
Aunque
su usos alimentarios son relativamente recientes. La planta ha sido utilizada
por sus propiedades curativas desde la antigüedad. Existen referencias
históricas en el mundo clásico que mencionan el uso habitual de este alimento
en la dieta de las personas que realizaban trabajos físicos muy intensos.
Menciona el historiador, escritor y filósofo griego Jenofonte (
431 a. C. - 354 a. C.) como los persas hacían uso de esta
verdura para reponer fuerzas después de las tareas arduas.
Se
dice que el médico griego Hipócrates, padre de la medicina occidental, mando
construir su hospital cerca del río para tener a su disposición estas plantas
frescas con las que curar a sus enfermos.
Los
romanos comían habitualmente esta planta a la cual consideraban como un buen afrodisíaco, como un estimulador de la mente y
como un remedio para la calvicie.
Durante
la Edad Media, los monjes los cultivaban frecuentemente en los huertos de los
monasterios y los utilizaban para sanar a los feligreses o a sus propios
compañeros cuando estos presentaban problemas de intoxicación sanguínea o
cuando tenían que estimular el apetito de personas inapetentes.
Posteriormente,
a medida que se han ido conociendo sus propiedades, el uso de los berros como
alimento desintoxicante, depurativo, fortalecedor se ha ido haciendo más
importante.
PROPIEDADES
ALIMENTARIAS DE LOS BERROS
Una
planta para prevenir la aparición del cáncer
Estudios
llevados a cabo hace unos años en Nueva York demostraron la capacidad de esta
planta para eliminar las toxinas del tabaco y disminuir la capacidad que estas tienen
para desarrollar cáncer de pulmón. Según estos estudios, los
pacientes que consumían 150 g de berros frescos cada día, divididos en tres
comidas, presentaban un índice de cáncer de pulmón mucho menos elevado que el
resto de los pacientes.
Esta
capacidad de los berros se debe a unas substancias llamadas glucosinolatos que,
al actuar sobre una serie de enzimas , previenen el desarrollo de células
cancerosas.
También
se comprobó que estos componentes son capaces de inhibir otra serie de enzimas
que actúan sobre la cadena de ADN, produciendo cambios en la misma que pueden
desencadenar en la aparición de células cancerosas, no solamente en los
pulmones sino también en la tiroides, el colón, la vejiga o en el recto.
Se
ha demostrado igualmente que pueden detener el proceso de angiogenesis que
consiste en la formación de nuevos vasos sanguíneos en los tumores responsables
de la metástasis de los mismos a otras partes del cuerpo.
Los
glucosinolatos no son exclusivos de los berros sino que aparecen en otras
plantas como las coles, especialmente en el brécol, las coles de Bruselas, los
nabos, los rábanos, la mostaza, etc.
La
capacidad anticancerosa de los berros no solamente se debe a su contenido en
glucosinolatos sino a su elevado contenido en una serie de antioxidantes como la vitamina A, en forma de betacarotenos , la vitamina C, o la rutina. Resulta muy conveniente introducir esta
verdura en la dieta para la prevención del cáncer. Los
antioxidantes son capaces de neutralizar las toxinas que, con el paso del
tiempo, pueden inducir a la aparición de procesos cancerosos.
Una
hierba rica en vitaminas y minerales
Los
berros contienen muchas vitaminas. Son especialmente riquísimos en vitamina A, en forma de betacarotenos. Hemos de destacar la importancia
de esta vitamina en la prevención del cáncer, tal como hemos visto
anteriormente, pero destaca en muchos más aspectos. Así, por ejemplo, es
importante para conservar la vista, previniendo enfermedades oculares como las cataratas o la ceguera nocturna. Ayuda a mantener la piel en buen estado y nos protege de las
infecciones.
Los
berros también contienen bastante vitamina C y cantidades menores de vitamina E, que al igual que la vitamina A,
poseen propiedades antioxidantes. Junto con la vitamina A, la vitamina C,
protege la vista, ayuda a conservar la piel y favorece la cicatrización de heridas, quemaduras, la restauración de los huesos o
tendones, etc. También parece tener buen papel en el control de la hipertensión. Siendo la dosis recomendada diaria
de 90 mg en un hombre y 75 en una mujer, basta con comer unos 30 g de esta
verdura para conseguir una cuarta parte de la dosis diaria recomendada de
vitamina C.
En
cuanto a los minerales, los berros son especialmente ricos en calcio,
fósforo
y magnesio. Todos ellos intervienen en la formación
de los huesos, por lo que ayudan a mantener los huesos, los ligamentos, los
músculos, el pelo y las uñas en buen estado. El calcio también ayudara a los
deportistas a prevenir los calambres musculares. Una dieta rica en calcio
ayuda a prevenir la formación de placas en las arterias o a disminuir la
hipertensión, por lo que el calcio es necesario para una buena salud del aparato circulatorio. El magnesio también
participa en el buen funcionamiento muscular, proporciona ritmo al corazón y
fluidifica la sangre, favoreciendo la circulación.
Los
berros contienen cantidades elevadas de potasio
y una cantidad considerable de sodio. La elevada proporción de magnesio ayuda a
neutralizar el sodio, regulando la presión arterial y favoreciendo la
eliminación de líquidos corporales. De ahí que esta verdura se considera muy
favorable para la dieta de retención de líquidos.
Un
alimento con muy poca grasa, hidratos y calorías
Los
berros contienen mucha agua, muy poca grasa y muy pocos hidratos de carbono. Todo ello convierte a los
berros en un alimento ligerísimo, tan solo con 11 Kcal por cada 100 g de
verdura fresca. Por lo tanto, dadas sus propiedades beneficiosas y sus escasas
calorías debería introducirse habitualmente en nuestra dieta saludable. Será especialmente aconsejable
para las personas que quieran seguir una dieta para adelgazar, o una dieta depurativa. ( Además de comer las hojas, en
las dietas depurativas se suele utilizar el jugo de esta planta)
No
debemos olvidar que esta hierba contiene bastante fibra por lo que ayudara a contribuir en la
expulsión de las heces, previniendo el estreñimiento.
Donde
comprar los berros. Los mejores berros
Los berros deben comprarse en los supermercados y tiendas de alimentación. Pueden comprarse frescos en pequeños manojos o envasados frescos como verduras de cuarta generación, listos para comer.
Aunque
los berros de agua pueden recogerse personalmente en las corrientes o
riachuelos a partir del mes de septiembre, no resulta demasiado conveniente
utilizar el berro de agua silvestre para la alimentación, pues la mayoría de
las veces las aguas se encuentran contaminadas y pueden transmitir enfermedades.
Existen en el mercado berros de agua cultivados expresamente para la venta.
Para ello se utiliza aguas potables y se plantan sobre un lecho de arena. Estos
berros son de confianza y pueden comerse sin peligro.
Los
mejores berros son los que presentan las hojas verde oscuras y firmes. Cuando
se muerden resultan crujientes. A medida que se hacen más viejos se ponen
mustios y las hojas amarillean por perdida de la clorofila.
Como
comer los berros
Se
come normalmente fresco en ensaladas o se utiliza como planta aromática para
dar sabor a las sopas, carne, pescado o purés de verduras. ( Más información
sobre las propiedades culinarios y recetas en el listado superior)
Como
se ha mencionado anteriormente, los berros de agua silvestre no deben recogerse
en el campo, porque pueden estas contaminados. Entre las posibles infecciones
que nos pueden contagiar se encuentran las siguientes:
- Fascioliasis:
La enfermedad más habitual que nos pueden transmitir es la llamada fasciolasis
hepática o distomatosis. Este tipo de enfermedad es muy común en el ganado,
principalmente rumiantes como ovejas, cabras, vacas o toros. En estos animales
un gusano plano ( Fasciola hepática) vive en sus canales biliares,
alimentándose de sangre. Al defecar los animales infectados diseminan los
huevos del parásito. Para poder desarrollarse, los huevos producen una larva (
miracidio) que debe infectar a un caracol específico ( Lymnaea viatrix). Los
parásitos abandonan los caracoles en forma de una larva con cola móvil
(cercaria) y se sitúan sobre los vegetales del agua. Una vez sobre los
vegetales, pierden la cola y se enquistan constituyendo lo que se conoce como
metacercarias.
La
ingestión de berros contaminados con metacercarias de este gusano plano es la
causa de la aparición de una enfermedad denominada fasciolasis que puede
afectar tanto a los animales como al hombre.
En
sus primeras fases la enfermedad afecta al hígado que se ve atacado por las
larvas jóvenes , produciendo unos síntomas parecidos a una enfermad hepática (
dolor de cabeza, falta de apetito, vómitos o ictericia). De no
tratarse la enfermedad, esta se hace crónica y los enfermos pueden manifestar
dolor en la parte superior derecha de la zona que va entre el estómago y
abdomen. También pueden presentar vómitos, agrandamiento del hígado.
Finalmente, cuando los parásitos se sitúan en los canales biliares, producen la
tercera fase de la enfermedad caracteriza por poseer unos síntomas parecidos a
los de los cálculos biliares como consecuencia de las obstrucciones que el
parásito produce en estas vías.
- Listeriosis:
Muchos berros silvestres están contaminados con bacterias de la listerosis (Listeria
monocytogenes). Esta enfermedad infecciosa puede causar un infección
generalizada o incluso meningitis, especialmente en personas con pocas
defensas, mujeres embarazadas, fetos o bebes.
Por
todo ello, los berros no deben recogerse en el campo sino buscarlos de cultivos
especialmente preparados para estar libres de plagas y enfermedades. Aún así,
es obligado lavar bien esta verdura para prevenir cualquier posible infección.
Además
de las posibles infecciones, los berros silvestres y cultivados, al tratarse de
hierbas picantes, no se aconsejan para los enfermos de úlcera gástrica o úlcera duodenal Igualmente en algunas personas
con estómagos muy sensibles, puede producirle acidez o mala digestión. No debe comerse en exceso pues
puede irritar las vías urinarias y el estómago.
Hay
que tener en cuenta también que esta planta contiene aceites sulfurosos que se
quedan impregnados en los dedos al tocarlos, de manera que pueden producir
irritación en los ojos en caso de restregarnoslos después de haber tocado esta
hierba.
El
aceite esencial del berro contiene isosulfocianato de feniletino que se
transforma en el organismo en gluconasturciina, un glucósido con propiedades
goitrogénicas, es decir que puede producir bocio.
Los
berros silvestres, dada su facilidad para ser reconocidas y su abundancia,
están considerados como una de las plantas silvestres comestibles más importantes.
Sin embargo, tal como hemos visto, no deberían comerse en estado silvestre por
la gran cantidad de contaminantes que poseen. Para los que tengan que verse
obligados a comerla en caso de supervivencia, se aconseja que la desinfecten
con agua en la que se hayan disuelto tabletas purificadoras. Igualmente, los
berros no deberían confundirse con la cicuta, ( Conium maculatum) o con la
cicuta menor ( Cicuta virosa), dos plantas muy venenosas, bastante
diferentes de los berros, pero que crecen en ambientes semejantes.
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