miércoles, 21 de marzo de 2012

Fantasticas propiedades de los BERROS


Características de los berros
El BERRO COMÚN ( Nasturtium officinale ) es una planta de la familia de las crucíferas o brasicáceas a a la que pertenecen plantas tan conocidas como la col, las coliflores, las coles de Bruselas, etc.

La planta silvestre crece de una manera abundante en la mayoría de los riachuelos y corrientes frescos y poco profundos de Europa y Asia de donde es originaria. Es muy abundante en zonas acuáticas que contienen cantidades elevados de residuos orgánicos, donde forman una espesa capa cubriendo la superficie del agua.
De Europa y Asia se ha ido extendiendo a otros continentes y hoy podemos encontrarla en América del Norte y América del Sur, así como en el Caribe.
A partir del siglo XIX se introdujo su cultivo en los huertos y su uso, como planta cultivada ha ido aumentado poco a poco, hasta encontrarse como una verdura más en la mayoría de las fruterías o supermercados.








Usos tradicionales de los berros

Aunque su usos alimentarios son relativamente recientes. La planta ha sido utilizada por sus propiedades curativas desde la antigüedad. Existen referencias históricas en el mundo clásico que mencionan el uso habitual de este alimento en la dieta de las personas que realizaban trabajos físicos muy intensos. Menciona el historiador, escritor y filósofo griego Jenofonte ( 431 a. C. - 354 a. C.) como los persas hacían uso de esta verdura para reponer fuerzas después de las tareas arduas.
Se dice que el médico griego Hipócrates, padre de la medicina occidental, mando construir su hospital cerca del río para tener a su disposición estas plantas frescas con las que curar a sus enfermos.
Los romanos comían habitualmente esta planta a la cual consideraban como un buen afrodisíaco, como un estimulador de la mente y como un remedio para la calvicie.
Durante la Edad Media, los monjes los cultivaban frecuentemente en los huertos de los monasterios y los utilizaban para sanar a los feligreses o a sus propios compañeros cuando estos presentaban problemas de intoxicación sanguínea o cuando tenían que estimular el apetito de personas inapetentes.
Posteriormente, a medida que se han ido conociendo sus propiedades, el uso de los berros como alimento desintoxicante, depurativo, fortalecedor se ha ido haciendo más importante.

PROPIEDADES ALIMENTARIAS DE LOS BERROS

Una planta para prevenir la aparición del cáncer

Estudios llevados a cabo hace unos años en Nueva York demostraron la capacidad de esta planta para eliminar las toxinas del tabaco y disminuir la capacidad que estas tienen para desarrollar cáncer de pulmón. Según estos estudios, los pacientes que consumían 150 g de berros frescos cada día, divididos en tres comidas, presentaban un índice de cáncer de pulmón mucho menos elevado que el resto de los pacientes.
Esta capacidad de los berros se debe a unas substancias llamadas glucosinolatos que, al actuar sobre una serie de enzimas , previenen el desarrollo de células cancerosas.
También se comprobó que estos componentes son capaces de inhibir otra serie de enzimas que actúan sobre la cadena de ADN, produciendo cambios en la misma que pueden desencadenar en la aparición de células cancerosas, no solamente en los pulmones sino también en la tiroides, el colón, la vejiga o en el recto.
Se ha demostrado igualmente que pueden detener el proceso de angiogenesis que consiste en la formación de nuevos vasos sanguíneos en los tumores responsables de la metástasis de los mismos a otras partes del cuerpo.
Los glucosinolatos no son exclusivos de los berros sino que aparecen en otras plantas como las coles, especialmente en el brécol, las coles de Bruselas, los nabos, los rábanos, la mostaza, etc.
La capacidad anticancerosa de los berros no solamente se debe a su contenido en glucosinolatos sino a su elevado contenido en una serie de antioxidantes como la vitamina A, en forma de betacarotenos , la vitamina C, o la rutina. Resulta muy conveniente introducir esta verdura en la dieta para la prevención del cáncer. Los antioxidantes son capaces de neutralizar las toxinas que, con el paso del tiempo, pueden inducir a la aparición de procesos cancerosos.

Una hierba rica en vitaminas y minerales

Los berros contienen muchas vitaminas. Son especialmente riquísimos en vitamina A, en forma de betacarotenos. Hemos de destacar la importancia de esta vitamina en la prevención del cáncer, tal como hemos visto anteriormente, pero destaca en muchos más aspectos. Así, por ejemplo, es importante para conservar la vista, previniendo enfermedades oculares como las cataratas o la ceguera nocturna. Ayuda a mantener la piel en buen estado y nos protege de las infecciones.
Los berros también contienen bastante vitamina C y cantidades menores de vitamina E, que al igual que la vitamina A, poseen propiedades antioxidantes. Junto con la vitamina A, la vitamina C, protege la vista, ayuda a conservar la piel y favorece la cicatrización de heridas, quemaduras, la restauración de los huesos o tendones, etc. También parece tener buen papel en el control de la hipertensión. Siendo la dosis recomendada diaria de 90 mg en un hombre y 75 en una mujer, basta con comer unos 30 g de esta verdura para conseguir una cuarta parte de la dosis diaria recomendada de vitamina C.
En cuanto a los minerales, los berros son especialmente ricos en calcio, fósforo y magnesio. Todos ellos intervienen en la formación de los huesos, por lo que ayudan a mantener los huesos, los ligamentos, los músculos, el pelo y las uñas en buen estado. El calcio también ayudara a los deportistas a prevenir los calambres musculares. Una dieta rica en calcio ayuda a prevenir la formación de placas en las arterias o a disminuir la hipertensión, por lo que el calcio es necesario para una buena salud del aparato circulatorio. El magnesio también participa en el buen funcionamiento muscular, proporciona ritmo al corazón y fluidifica la sangre, favoreciendo la circulación.
Los berros contienen cantidades elevadas de potasio y una cantidad considerable de sodio. La elevada proporción de magnesio ayuda a neutralizar el sodio, regulando la presión arterial y favoreciendo la eliminación de líquidos corporales. De ahí que esta verdura se considera muy favorable para la dieta de retención de líquidos.

Un alimento con muy poca grasa, hidratos y calorías

Los berros contienen mucha agua, muy poca grasa y muy pocos hidratos de carbono. Todo ello convierte a los berros en un alimento ligerísimo, tan solo con 11 Kcal por cada 100 g de verdura fresca. Por lo tanto, dadas sus propiedades beneficiosas y sus escasas calorías debería introducirse habitualmente en nuestra dieta saludable. Será especialmente aconsejable para las personas que quieran seguir una dieta para adelgazar, o una dieta depurativa. ( Además de comer las hojas, en las dietas depurativas se suele utilizar el jugo de esta planta)
No debemos olvidar que esta hierba contiene bastante fibra por lo que ayudara a contribuir en la expulsión de las heces, previniendo el estreñimiento.

Donde comprar los berros. Los mejores berros


Los berros deben comprarse en los supermercados y tiendas de alimentación. Pueden comprarse frescos en pequeños manojos o envasados frescos como verduras de cuarta generación, listos para comer.
Aunque los berros de agua pueden recogerse personalmente en las corrientes o riachuelos a partir del mes de septiembre, no resulta demasiado conveniente utilizar el berro de agua silvestre para la alimentación, pues la mayoría de las veces las aguas se encuentran contaminadas y pueden transmitir enfermedades. Existen en el mercado berros de agua cultivados expresamente para la venta. Para ello se utiliza aguas potables y se plantan sobre un lecho de arena. Estos berros son de confianza y pueden comerse sin peligro.
Los mejores berros son los que presentan las hojas verde oscuras y firmes. Cuando se muerden resultan crujientes. A medida que se hacen más viejos se ponen mustios y las hojas amarillean por perdida de la clorofila.
Como comer los berros
Se come normalmente fresco en ensaladas o se utiliza como planta aromática para dar sabor a las sopas, carne, pescado o purés de verduras. ( Más información sobre las propiedades culinarios y recetas en el listado superior)

Precauciones con los berros

Como se ha mencionado anteriormente, los berros de agua silvestre no deben recogerse en el campo, porque pueden estas contaminados. Entre las posibles infecciones que nos pueden contagiar se encuentran las siguientes:
- Fascioliasis: La enfermedad más habitual que nos pueden transmitir es la llamada fasciolasis hepática o distomatosis. Este tipo de enfermedad es muy común en el ganado, principalmente rumiantes como ovejas, cabras, vacas o toros. En estos animales un gusano plano ( Fasciola hepática) vive en sus canales biliares, alimentándose de sangre. Al defecar los animales infectados diseminan los huevos del parásito. Para poder desarrollarse, los huevos producen una larva ( miracidio) que debe infectar a un caracol específico ( Lymnaea viatrix). Los parásitos abandonan los caracoles en forma de una larva con cola móvil (cercaria) y se sitúan sobre los vegetales del agua. Una vez sobre los vegetales, pierden la cola y se enquistan constituyendo lo que se conoce como metacercarias.
La ingestión de berros contaminados con metacercarias de este gusano plano es la causa de la aparición de una enfermedad denominada fasciolasis que puede afectar tanto a los animales como al hombre.
En sus primeras fases la enfermedad afecta al hígado que se ve atacado por las larvas jóvenes , produciendo unos síntomas parecidos a una enfermad hepática ( dolor de cabeza, falta de apetito, vómitos o ictericia). De no tratarse la enfermedad, esta se hace crónica y los enfermos pueden manifestar dolor en la parte superior derecha de la zona que va entre el estómago y abdomen. También pueden presentar vómitos, agrandamiento del hígado. Finalmente, cuando los parásitos se sitúan en los canales biliares, producen la tercera fase de la enfermedad caracteriza por poseer unos síntomas parecidos a los de los cálculos biliares como consecuencia de las obstrucciones que el parásito produce en estas vías.
- Listeriosis: Muchos berros silvestres están contaminados con bacterias de la listerosis (Listeria monocytogenes). Esta enfermedad infecciosa puede causar un infección generalizada o incluso meningitis, especialmente en personas con pocas defensas, mujeres embarazadas, fetos o bebes.
Por todo ello, los berros no deben recogerse en el campo sino buscarlos de cultivos especialmente preparados para estar libres de plagas y enfermedades. Aún así, es obligado lavar bien esta verdura para prevenir cualquier posible infección.
Además de las posibles infecciones, los berros silvestres y cultivados, al tratarse de hierbas picantes, no se aconsejan para los enfermos de úlcera gástrica o úlcera duodenal Igualmente en algunas personas con estómagos muy sensibles, puede producirle acidez o mala digestión. No debe comerse en exceso pues puede irritar las vías urinarias y el estómago.
Hay que tener en cuenta también que esta planta contiene aceites sulfurosos que se quedan impregnados en los dedos al tocarlos, de manera que pueden producir irritación en los ojos en caso de restregarnoslos después de haber tocado esta hierba.
El aceite esencial del berro contiene isosulfocianato de feniletino que se transforma en el organismo en gluconasturciina, un glucósido con propiedades goitrogénicas, es decir que puede producir bocio.
Los berros silvestres, dada su facilidad para ser reconocidas y su abundancia, están considerados como una de las plantas silvestres comestibles más importantes. Sin embargo, tal como hemos visto, no deberían comerse en estado silvestre por la gran cantidad de contaminantes que poseen. Para los que tengan que verse obligados a comerla en caso de supervivencia, se aconseja que la desinfecten con agua en la que se hayan disuelto tabletas purificadoras. Igualmente, los berros no deberían confundirse con la cicuta, ( Conium maculatum) o con la cicuta menor ( Cicuta virosa), dos plantas muy venenosas, bastante diferentes de los berros, pero que crecen en ambientes semejantes.


extraido de: http://www.botanical-online.com/berros.htm

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