Los
científicos de la Universidad de Wisconsin llevan años estudiando el
cerebro del asesor personal del Dalai Lama dentro de un proyecto en el
que la cabeza de Ricard ha sido sometida a constantes resonancias
magnéticas nucleares, en sesiones de hasta tres horas de duración. Su
cerebro fue conectado a 256 sensores para detectar su nivel de estrés,
irritabilidad, enfado, placer, satisfacción y así con decenas de
sensaciones diferentes.
Los resultados fueron comparados con los
obtenidos en cientos de voluntarios cuya felicidad fue clasificada en
niveles que iban de - 0.3 (muy infeliz) a +0.3 (muy feliz). Matthieu
Ricard logró +0.45, desbordando los límites previstos en el estudio,
superando todos los registros anteriores y ganándose un título –«el
hombre más feliz de la tierra»– que él mismo no termina de aceptar.
¿Está también la modestia ligada a la felicidad? El monje prefiere
limitarse a resaltar que efectivamente la cantidad de «emociones
positivas» que produce su cerebro está «muy lejos de los parámetros
normales».
Los trabajos sobre la felicidad del profesor Richard
J. Davidson, del Laboratorio de Neurociencia Afectiva de la Universidad
de Wisconsin, se basan en el descubrimiento de que el cerebro es un
órgano en constante evolución y, por lo tanto, moldeable, «la
plasticidad de la mente», en palabras del científico estadounidense,
cuyo estudio es el quinto más consultado por la comunidad investigadora
internacional.
Los científicos han logrado probar que la corteza
cerebral izquierda concentra las sensaciones placenteras, mientras el
lado derecho recoge aquellas que motivan depresión, ansiedad o miedo.
«La
relación entre el córtex izquierdo y el derecho del cerebro puede ser
medida y la relación entre ambas sirve para representar el temperamento
de una persona», asegura Ricard, que durante sus resonancias magnéticas
mostró una actividad inusual en su lado izquierdo.
Los
neurocientíficos no creen que sea casualidad que durante los estudios
llevados a cabo por Davidson los mayores registros de felicidad fueran
detectados siempre en monjes budistas que practican la meditación
diariamente. Ricard lo explica en la capacidad de los religiosos de
explotar esa «plasticidad cerebral» para alejar los pensamientos
negativos y concentrarse sólo en los positivos. La idea detrás de ese
concepto es que la felicidad es algo que se puede aprender, desarrollar,
entrenar, mantener en forma y alcanzar definitivamente.
Matthieu
Ricard ve en resultados como éste la prueba de que cualquiera, no
importa las desgracias que haya vivido, puede alcanzar la felicidad si
cambia el chip mental que a menudo nos hace detener en los aspectos
negativos de la existencia.
El estudio al que hace mención el
diario El Mundo fue realizado por los científicos Julie
Brefczynski-Lewis de la West Virginia University (Estados Unidos de
Norteamérica), Tom Johsntone de la University of Reading (Reino Unido),
Antoine Lutz y Richard J. Davidson de la University of Wisconsin
(Estados Unidos de Norteamérica).Al término de dicho estudio estos
científicos llegaron a la siguiente conclusión: ¨Estos datos en conjunto
indican que la habilidad mental para cultivar emociones positivas
altera la activación de circuitos previamente vinculados a la empatía y a
la teoría de la mente en respuesta a los estímulos emocionales¨.
Realmente
maravilloso, sensacional y muy valioso: me quedó científicamente
demostrado y probado que YO PUEDO GENERAR MI PROPIA FELICIDAD y que la
infelicidad que eventualmente siento también la genero yo.
Está
bien, de acuerdo; pero, aparte de practicar la meditación, como la que
realizan los budistas, ¿cómo hacer para manejar nuestra mente y obtener
felicidad?
Mi propuesta apunta a un método sumamente práctico y
tan sencillo que cualquier persona lo pueda aplicar. Mi método está
basado, como punto de partida, en lo científico, específicamente en la
neuroplasticidad del cerebro como elemento que permite modificarlo
fisiológicamente para generar felicidad.
Adicionalmente,
incorporo en mi método elementos que he encontrado en lecturas, en
talleres de desarrollo personal, en cursos y seminarios y en otras
fuentes.
A este método lo he llamado felizméntica, es decir una
manera fácil y eficaz de sentirse feliz utilizando el poder de nuestra
mente. En otras palabras: mente feliz = vida feliz.
La
felizméntica, al estar basada en un hecho científico y comprobado como
es la neuroplasticidad del cerebro, se constituye en un método eficaz
para ser feliz, es decir que realmente funciona.
La felizméntica
es muy fácil de usar porque lo único que tenemos que hacer es utilizar
nuestra mente, enfocándola constantemente en lo positivo y descargándola
de lo negativo. Y esto lo podemos hacer en cada momento de nuestra vida
porque nuestra mente está siempre con nosotros.
La felizméntica,
si bien está basada en la ciencia, no excluye la religión, ni la
metafísica, ni cualquier otra creencia. Su inclusión puede potenciar
significativamente el resultado y la consolidación de la felicidad en
las personas creyentes que usen este método.
Bibliografía
Libros
LYUBOMIRSKY,
Sonja (2008). The How of Happiness. A Scientific Approach to Getting
the Life you Want. Nueva York: The Penguin Press.
Publicado por maria
angelica sassone en CLÍNICA REIKI...SALUD
INTEGRAL
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